sábado, 3 de marzo de 2012

CAPÍTULO 7

En un principio dudé, aterrada ante la idea de verme con un arma en las manos, pero sentí que me invadía la excitación, una emoción que hasta entonces había sido desconocida para mí y que logró impedir que de mi boca brotase la palabra "no". Desaparecí el interior de una habitación para cambiarme de ropa y vestirme con las prendas que Álex me había proporcionado.

Sobre la incómoda y rudimentaria cama descansaban unas mallas negras ajustadas que me llegaban desde los tobillos hasta la cintura y una camiseta suelta y vaporosa de color oscuro. Introduje mis pies en las cómodas botas forradas de lo que supuse que sería piel sintética y con los dedos me recogí el pelo en una coleta. Deduje que la ropa era de tonos oscuros para poder camuflarnos mejor en la floresta a la hora de cazar.

Inspiré varias veces antes de salir al exterior, donde el dorado del sol se reflejaba en el pelo rubio de Álex. Su amigo me esperaba sentado en la hierba, donde había colocado con sumo cuidado algunas armas como si de una exposición se tratase.

- Te sienta bien la ropa de aquí - murmuró Álex.

En ese momento lo que menos me preocupaba era ruborizarme. Paseé mi mirada por las espadas que yacían en el césped hasta que me detuve en una en particular: no resultaba demasiado grande en comparación con las demás y sin embargo llamó mi atención desde el principio. Sobre su filo de acero resaltaba una pequeña inscripción que no acertaba a leer desde mi posición. Me acerqué hacia ella despacio y la tomé en mis manos. La examiné de cerca y constaté que no era extremadamente pesada, como había supuesto inicialmente.

- Creo que deberíamos empezar por algo más sencillo - dijo Sëyn risueño, enseñándome un rudimentario cuchillo que supuse, era de cocina -. ¿Sabes manejar algún arma?

Por mi mente desfilaron imágenes de espadas, pistolas y demás antes de que negase con la cabeza. Decidí mantener oculto mi talento: la puntería.

- De acuerdo, veamos qué sabes hacer.

Cogí el cuchillo y me interné en la espesura del bosque detrás de mis dos "maestros". La excitación que sentía era tal que, en cuanto sentí movimiento detrás de mí lancé el arma sin siquiera detenerme un instante a pensar que podía ser una persona. Antes de que el cuchillo le acertase pude distinguir en los ojos de mi pequeña presa un brillo de alarma; un instante más tarde, sus pupilas se tornaron vacías, sin vida. Casi pude sentir la incredulidad de Álex y Sëyn, que habían observado la escena manteniendo la respiración.

- ¡Increíble! - exclamó Álex acercándose al pequeño animal y extrayéndole el cuchillo.

En ese momento sentí una punzada de tristeza y remordimiento. ¡Acababa de matar! Era una asesina. Sacudí mi cabeza como queriendo deshacerme de esos pensamientos; al fin y al cabo en la Tierra también comía carne. La única diferencia es que ahora había sido yo la que había terminado con la vida del animal.

- No nos habías contado tus habilidades, belleza - no me hizo falta verle la cara para saber que el que me había felicitado era Sëyn -. ¿No habrá sido un golpe de suerte?

Ofendida por que pusiera en tela de juicio mi talento lancé de nuevo el cuchillo que se clavó en la corteza de un árbol. Entonces Álex me obsequió con dos palmaditas en el hombro. Nunca me había gustado el deporte pero cuando me lancé a la carrera para recoger el cuchillo me sentí libre. El viento jugaba con mi coleta a su antojo, por lo que habría apostado a que, en cuanto llegase de nuevo a casa tendría el pelo completamente enredado. Sin embargo, no me importó. Pero, el hecho de que ahora me gustase correr no garantizaba que fuese capaz de hacerlo bien y mis torpes pies no tardaron demasiado en enredarse con las raíces de los árboles. Caí estrepitosamente sobre la hierba y jadeé, intentado que mi respiración volviese de nuevo a la normalidad. 

En ese instante, el frío y cortante filo de una espada entró en contacto con mi cuello. Me estremecí, no tanto por la gelidez del arma como por el miedo: yo me encontraba completamente indefensa. Ante cualquier ataque era un blanco fácil y si ya tenían la espada en mi yugular, sería pan comido para cualquiera presionar y matarme.

Fuese quién fuese el dueño de aquella arma mortífera, deseé que me matase rápido. No quería retorcerme de dolor durante horas. Cerré los ojos con fuerza y aguardé a que la muerte viniese a visitarme. No obstante, nada sucedió salvo que, tras unos densos minutos que se me antojaron interminables, llegó a mis oídos una risa. ¿Es que el destino se estaba burlando de mí tan abiertamente que incluso se permitía el lujo de reírse? Me planteé esa pregunta como si el azar fuese algo tangible. Entonces escuché la voz de Sëyn. Una voz relajada y que también parecía algo risueña y ya no pude aguantar más. Abrí los ojos y me incorporé con violencia, dispuesta a llevarme por delante a cualquiera.

La persona que me había puesto la espada en el cuello cayó al suelo en la misma posición en la que yo había permanecido durante esa agonía que había resultado ser una broma de mis "maestros"; el cuerpo que ahora yacía en el suelo era el de Álex. Se frotaba el brazo frenéticamente; de él había empezado a brotar un halo de sangre que salpicó las briznas de hierba, tiñéndolas de un curioso color escarlata. Me llevé una mano a la boca al comprobar que se había cortado con la espada.

Sëyn corrió hacia él y se deshizo de su camiseta; con ella vendó el brazo de su amigo y lo ayudó a ponerse en pie. Todavía confusa le pedí explicaciones. ¿Por qué Álex había surgido de la nada para colocarme una espada en la yugular y luego había resultado ser una broma?

- Es parte del entrenamiento, Sandra. El enfrentamiento por sorpresa. El ataque cuerpo a cuerpo - comentó mientras caminábamos de regreso a casa. Álex se arrastraba como podía y parecía aturdido. Me alarmé. ¿Habría perdido demasiada sangre? ¿Sería capaz de resistir hasta llegar a nuestro destino? Me mordí el labio inferior y me imaginé el cuerpo de Álex inerte, pálido, gélido y con las pupilas desenfocadas, tan vacías de vida como el animal que había matado un tiempo antes. Ahuyenté esos pensamientos de mi mente lo más rápido que pude.

11 comentarios:

  1. OH DIOS MIO! Ya sabes que adoro como escribes eres tan perfecta :') Me encanta cada dia mas la historia es muy interesante, sigue sigue y no pares de escribir gracias por tus pedazos de comentarios que me alegran la mañana. Tequiero :)
    PD: Soy tu mayor admiradora que lo sepas ;)

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  2. quien sera el que le a puesto un cuchillo en el cuello me as dejado en lo mejor sube prontos que quiero saber mas besos

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  3. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
    Pero.. que cortiiiito capítulo! Son tan buenos tus capítulos que se me hacen muy cortitos :(
    A si que Alex es rubio! *_*
    Wiiiii :) Me cae bien Sëyn, no sé por qué, pero me gusta.
    En fin, y O.O ¡Quién la va a matar! ¿¡Por que no hacen nada Alex y Sëyn!? D:

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  4. La verdad es que a mí también se me ha hecho muy corto así que acabo de editarlo para ampliarlo un poco. Ahora ya sabéis quién le puso la espada en el cuello ;)
    Me alegra que os esté gustando la historia y eso que aún no ha hecho más que empezar. Un abrazo y espero leeros nuevamente en el próximo capítulo.

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  5. como digo me encanta la forma en la que terminas tus capitulos, se me hace que Sëyn es bastante ardiente

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  6. no deverias patentar tu novela??? cualquiera podria robartela

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  7. Jejeje, como os digo siempre, mil gracias x vuestros comentarios y por tomaros el tiempo para leer y formar parte de esta historia ;) El próximo capítulo estará disponible en cuanto los exámenes me dejen un ratito de tiempo... :S Un abrazo!!

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  8. Muy lindaaaa tu historiaaa y tu bloggg............pasate por el mio
    http://writers-in-the-dark.blogspot.com/ un blog con muchas historias para disfrutar... con tu voto decide cual publicamos...ademas muchos libros para descargar

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  9. Me encanta la historia!! Y he de decirte que escribes maravillosamente bien :)
    Pásate por mi blog, si tienes tiempo:
    elamorunmisterio.blogspot.com

    Adiós y gracias!!

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  10. Prometo pasarme x todos vuestros blogs en cuanto termine los exámenes ;) Muchísimas gracias!! Adoro vuestros comentarios :D

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  11. hola!
    jajaja te comprendo y como te dije los comentarios no estan al dia pero estan seguros ;) sigue asi me gusta como va, pobre ataco sin siquiera reflexionar las cosas, claro si tu vida corre peligro las 24 hrs que vas a reflexionar?
    plis publica pronto
    besos
    cuidate

    PD: bueno yo te recuerdo cuando tengas tiempo te pasas por mi blog pero eso si, que sea despues de publicar el cap de esta maravillosa historia ehhh!

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